Querida amiga,
Ha pasado el tiempo y al parecer tu promesa de volver a
casa, o a donde se te extraña, parece distante y se disipa más cada día que
pasa.
He recibido tus postales y visto lo que publicas constantemente y me tome el tiempo para escribirte esta carta
que procurare enviarte lo más pronto posible.
Hace poco vi cuando que te encontrabas en la playa,
recordaras la veces que dijimos que nos iríamos a la más cercana pero nunca lo
hicimos siempre por alguna razón cancelamos el viaje.
Te cuento que aquí se aproxima el frio, nostalgia surge en
mi corazón al recordar las veces que caminamos sin cesar el parque del pueblo,
con esas temperaturas nos arropamos mutuamente y así logramos que el ambiente
no nos afectará.
Hablamos en su momento de miles de cosas, de cómo lograr
nuestros sueños, el secreto de la felicidad, de muchos temas entonces
importantes para nosotros, jóvenes éramos, pero hoy los temas han variado.
Amiga, la ciudad ha crecido, lo abras visto ya, el lugar al que
acudimos para ver los estrenos de cine desapareció y ahora hay una cafetería
que rara vez visito.
Extraño tu sonrisa, tus dientes blanco como la nieve que cae
allí donde te encuentras. Tu mal genio y
las veces que peleamos. Todo lo
recuerdo.
Te mando un abrazo y un beso en la frente, te extraño, y
donde te encuentres te mando la luz que pueda yo tener esperando recibir tu
buenos deseos. Espero verte algún día
nuevamente.